Placer mensual / enero

Un reportaje cósmico


Textos: teclados, Titina Núñez
teléfono, Jorgelina Sánchez Cores

Este año cumplió 50 y su Horóscopo Chino las Bodas de Plata. Dice que su energía tiene que ver con Uruguay, un país con tiempo y gente adorable. Ríe siempre y habla a la distancia de sus planes para este Año del Chancho de Fuego que, asegura, nos pondrá a prueba.

Ludovica está en Translasierra, Córdoba, su lugar en el mundo. Tiene la conexión “rota por la tormenta”, así que el mentado reportaje electrónico no llega. Varios días después tampoco viene, esta vez por un desencuentro en el “ciberespacio”. Así que la nota de tapa termina siendo al teléfono, muy tarde a la noche del cierre de esta edición.
Estamos a un mes del comienzo del Año del Chancho de Fuego. El evento será el 18 de febrero, el mes más propicio del año, sobre todo en cuanto a dineros se refiere –anuncia Ludovica desde su último libro–. Son las Bodas de Plata del Horóscopo Chino, el best seller que inventó y a través del cual se hizo. Ludovica supo dar forma y lenguaje locales a un arte milenario inventado por Huang-di, el legendario Emperador Amarillo, en el año 2637 aC. Mucho tiempo atrás. Pero ella no se inmuta por el paso de los años, sigue espléndida y en conexión con el cosmos, plena de las monerías y divagues que la vuelven adorable. A ella es imposible no tutearla, así que –con perdón del estilo– la entrevista se hará de che y vos, ¿viste?

—Sabemos que te gusta el chancho, Ludovica. Adorás al chancho pero, ¿qué tiene que no tengan otros bichos del horóscopo chino?
—Es un signo que reúne todas las condiciones: intelectuales, afectivas, imaginativas, artísticas, y además tiene una gran bondad y es muy sibarita, muy sensual. Por eso lo adoro. Empezando por el Electra que tuve con mi padre chancho, más los chanchos que mandé al matadero o me mandaron a mí (risas). Y bueno, es un signo de grandes amigos, de gente tan espiritual como el Dalai Lama o talentosa como Woody Allen, que tiene una mezcla yin yang.

—2007, Año del Chancho de Fuego. ¿Qué debemos esperar?
—Nada. No hay que esperar nada. El destino lo hacemos día a día con las huellas que dejamos atrás y la conciencia que ponemos en darnos cuenta de que estamos en una época planetaria de profundos cambios y metamorfosis. Si bien estamos influenciados por el año chino y nuestros signo, elemento, ascendente y todo lo que uno puede hacer en una carta natal china, es muy importante también que la gente no tenga expectativas de otras personas para enfocarse mejor y reformular su vida. El chancho de fuego nos pone a prueba, como un examen muy profundo de viaje interior, de toma de conciencia, de solidaridad, de compasión, de darnos cuenta que estamos todos en el arca de Noé y que también tenemos que sacar nuestra intuición, acercarnos a estudiar profundamente el ciclo del tiempo… los días, las estaciones, los cambios en la vía láctea, que también se mueve. Todo está en movimiento, nosotros los seres humanos somos parte de esa energía cósmica y tenemos que trabajar mucho dentro de nuestras propias vidas para poder cambiar algo fuera.

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