por: Lucila Wollmann
fotos: Luis Alonso

Jean Paul Bondoux es La Bourgogne y su concepto clásico de restaurante donde se cultiva todo lo que la cocina demanda. El mismo hace sus quesos, cremas y los panes que acompañan los platos. Tiene a todo el mundo "zumbando" en la cocina y nada sale de ella sin el ojo estricto -casi maniático- de este hombre que abrazó la perfección como formar de vida. Con ustedes el cocinero del año*.

Las rosas brillan en cada mesa y cada detalle está cuidado en este sitio donde se come a precio y cuerpo de rey. "Este es unique, no existe en el Uruguay", dice corriendo por el restaurante el día de la producción de este menú, preparado especialmente para Placer.
Sobre una de las paredes de la cocina, un letrero resume uno de sus pensamientos de cabecera: "La calidad nunca es un accidente, la calidad siempre es el resultado del esfuerzo inteligente". Frase de un Jean Paul que resopla permanentemente rezongando a sus cocineros cuando, por casualidad, colocaron un coulis dos milímetros más lejos de lo que él quería. Va, viene, grita y no cesa de parlotear en su lengua francesa con atisbos de un "español" que poco y nada se entiende. Cerca de él, siempre cerca, Evelyne irradia serenidad y sonríe, tímida y cómplice. Acompañar a un genio tiene su precio.

* Bondoux fue declarado Cocinero del Año por el Jurado de los Premios Placer del Año 2004.

 

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